jueves, 12 de enero de 2012


1. Esperáis, un día tras otro, el inevitable ataque. Pero los grobi nunca aparecen. Acaba la estación, y el otoño se lleva las hojas de los árboles, y luego el valle se cubre de nieve, y los grobi siguen sin aparecer. Finalmente, en lo más profundo del invierno, la curiosidad puede a la prudencia, y acompañas a Borin a hacer un reconocimiento de la cueva donde los vio por primera vez.
Desierta. Vacía. Sólo algunas pintadas en las paredes y desechos antiguos indican que alguna vez los grobi han ocupado la caverna.
-Sólo había que esperar, y se irían-sonríes-. ¡Nunca habría creído que Snorri, guiado por su miedo, acertaría ciegamente! Creo que es un cobarde por designio de los dioses.
-No cantes victoria tan temprano, sobrino-te responde Borin-. Los grobi han visto un valle rico y lleno de caza, con pobladores que no se defienden. Quizá lo hayan abandonado para siempre… O quizá no. Ahora, siempre volveremos con el temor a su vuelta.
FIN

No hay comentarios:

Publicar un comentario