3.2.3.1.1.1 Gazul bebe su
último trago cuando le llega la muerte, ebrio de victoria y confianza en sí
mismo. Desenfundas y golpeas con tu cuchillo antes incluso de que pueda apartar
la jarra de sus labios, y el acero le atraviesa la garganta traga. Burbujas de
aire, cerveza y sangre se mezclan en el corte, que te salpica de rojo. En los
ojos del Matador puedes ver la sorpresa, la incredulidad y la ira, y, por
último, la vergüenza por perecer así. Intenta pelear hasta el final, echa sus
manos hacia tu garganta, pero lo esquivas fácilmente. Luego trata de taponar la
herida, pero es imposible de restañar.
Al poco, está muerto, con una
última mirada de pesar infinito grabada para siempre en los iris. Aunque según
la ley no has cometido ningún crimen al acabar con alguien expulsado de su clan
y que buscaba la muerte, ningún enano ve con buenos ojos darle un fin tan
cobarde a alguien que buscaba la redención. Los camareros te ignoran y rechazan
servirte, los clientes de la taberna te miran en silencio. Al cabo, pagas y
abandonas la taberna entre miradas de desprecio.
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