1.1 Atjó, atjó. Yo tengo un
trabajo fijo, gracias. Pero la ciudad está llena de mercenarios, quizá pueda
encontrar alguno. Sin embargo, yo no tendría muchas esperanzas. Empieza el,
atjó, verano, las montañas se calientan, los glaciares se derriten y los pasos
se abren. Los urki, maldito sea su nombre, andan revueltos en el Este, tienen
un nuevo caudillo que llaman Grimlor o Grim, atjó, gor. El rey Urgrim dará
trabajo a todos los mercenarios en cien lenguas a la redonda para parar a ese
urki, si la mitad de las historias que se escuchan son ciertas. Y he escuchado
historias del Este, donde acaban las montañas, que traen los mercaderes de la
Ruta de la Seda.
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