3. Frío, hambre y trabajo,
mientras cargas el último de los mulos de tu patrón. Doce horas de duros
esfuerzos, y el comerciante pone unas monedas de cobre en tu mano y te despide
con un gesto. Tu pago de hoy.
Con eso deberás mantener a
Helga y a su hijo, que ya empieza a hablar y a dar los primeros pasos. Gotrek
se fue hace meses, en una expedición comercial a Altdorf que ya tendría que
haber regresado. Quién sabe si volverá, pues aceptó el trabajo con
desesperación para daros toda la prima de alistamiento. Ya os la habéis gastado
hace semanas. En cuanto a tu padre, la ciudad lo ha destrozado. Pasa el día
frente a una jarra de cerveza, sin hablar con nadie. A veces aparece vagando
por las calles tras pasar días fuera de casa, otras con la cara destrozada por
algún atracador.
A veces, al tenderte sobre tu
duro lecho, en el suelo de la habitación que compartís todos, te preguntas si
no hubiera sido más dulce y piadosa la muerte, y luego sueñas con Borgburg.
FIN
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