jueves, 12 de enero de 2012


2. Sueltas el estandarte y te lanzas impetuosamente a la carrera. Escuchas a tu padre llamar a la calma, pero, al ver caer el estandarte, los enanos del clan Aestir se lanzan hacia delante clamando por sangre. Corres, con Sketakki levantada, buscando a tu primera víctima entre el bosque bajo… Y de repente algo surge de un matorral y sientes un choque contra la garganta. A poca distancia está el sonriente rostro de un grobi, emboscado hasta hace poco debajo de la maleza, y bajando la mirada ves su lanza, y ésta sale roja del agujero rojo que tienes bajo la mandíbula, y entonces ya no razonas nada más, porque caes y, de espaldas, ves al sol salir entre las nubes, sobre las copas de los árboles. Tanta luz blanca… Tanta paz.
FIN

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