jueves, 12 de enero de 2012


1.1.1 (el Rey Ungrim alza la mano con fastidio) Ya, ya. Ahora recuerdo que Urgasson ya me había contado la historia, y que me olvidé porque ésta no me interesa en absoluto. ¡Ah, sí! Despacharé a una quincena de los hombres de mi guardia. Les servirá de entrenamiento y debería bastar. Por supuesto, los gastos de mantenimiento, reparación de material y posibles defunciones correrán a expensas de vuestro clan… Mi secretario os pasará un listado con los precios que deberéis pagar por cada uno de mis soldados que resulte muerto, herido o mutilado salvando vuestro miserable valle.

No hay comentarios:

Publicar un comentario