Tras algunas horas preguntando
por la fortaleza nadie parece conocer a Ulli Borgson del clan de los Aestir. Un
enano con la nariz torcida se da cuenta de que estás indagando sobre Ulli el
Cojo, que le suena que antes pertenecía a los Aestir, pero Ulli el Cojo resulta
ser de un clan minero y te manda a hacer puñetas cuando lo abrazas llamándolo
tío. Finalmente, ya desesperado, abordas a una joven damisela enana, de prietas
trenzas rubias, que pasea echando un vistazo a las mercancías puestas a la
venta por un joyero.
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