jueves, 12 de enero de 2012


1.2.1.2 Afrontarlos en campo abierto, de día. (trago) No les gusta nada la luz del sol, menos aún que a nuestros congéneres del Karak. Y si tienes una ballesta, apunta al chamán o a su jefe. Siempre tienen uno de cada, y si ambos caen ponen pies en polvorosa en menos tiempo de lo que tarda un elfo en traicionarte. Reconocerás al jefe fácilmente: siempre es grande y va pintarrajeado. (trago) El chamán es el que tiene más pinta de loco y está chillando y dando saltos.

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