1. Pues una gente encantadora
y amable. Les hubiera dado un beso ahí mismo de lo guapos que estaban. ¿Qué
cojones cómo eran? Unos cabrones bajitos y esqueléticos. Los ojos enormes y los
colmillos pequeños, y marcas amarillas en las mejillas. Urk-az-angkor, grobi salvajes de las montañas
profundas.
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