2. Tras caminar durante varias
horas, mientras haces un pequeño descanso para beber algo y comer algo de pan y
queso, cuando comienzas a sentir frío. Sobre el agua de tu cantimplora se forma
cristal de escarcha, y un escalofrío extraño te recorre la espalda. Al tiempo,
escuchas un ruido extraño, como pasos que se interrumpen y vuelven. Quizá sea
tu imaginación, que te traiciona.
Estás en el medio de los
túneles, en la montaña profunda, y has crecido escuchando leyendas acerca de
los viejos mineros locos que perdieron la cordura y se alimentan de carne de
ratas y caminantes desprevenidos, así como de los fantasmas y espectros de
aquellos que murieron sin un tumba adecuada tras extraviarse en las
profundidades y buscan perpetuamente la salida de las minas.
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