1.3 Mi pueblo ha vivido generaciones
en una montaña apartado, y sabemos poco del resto del mundo. Hace mucho, tribus
guerreras nos expulsaron de nuestro hogar ancestral, hasta una ladera apartada,
donde hemos crecido y nos hemos vuelto fuertes devorando y absorbiendo así el
poder de criaturas temibles, como el oso, el jabalí o el garrapato. Un día, un
dios bajó de los cielos envuelto en llamas, y nos ofrendó un ser como vosotros.
Hablando con espíritus sabios, he podido saber que los que os hacéis llamar
enanos sois enemigos nuestros y que vivíais al Norte. Nuestros guerreros han sabido
de vosotros y ahora quieren devorar vuestros corazones y tomar vuestras armas
para así ser más fuertes. Necesitamos quien nos guíe en nuestro propósito. ¿Nos
ayudarás? No mientas: en este lugar, sabré si hablas con sinceridad.
1.3.2 No, nunca
caeré tan bajo como para traicionar a los míos.
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