jueves, 12 de enero de 2012


2.2 Escapando de la venganza de tus parientes, echas a correr dentro de los túneles que conducen al valle. La oscuridad está por doquier: pronto estás dentro del laberinto subterráneo que conoces por haber recorrido varias veces. Hacia el sur hay una desviación que lleva hacia la entrada occidental del dominio del Rey de Karak Kadrin: ése es un puesto comercial donde los enanos se encuentran con comerciantes del Imperio y con otras gentes, y un buen punto para comenzar una nueva vida de exiliado. Lamentablemente, también es una región del entramado de galerías salvaje y casi abandonada: a medida que recorres los ramales, te encuentras primero con viejas telarañas y más tarde con un silencio que lo invade todo, aire enrarecido y nada. Aferras tu cuchillo y sigues por el túnel, por el que nadie ha pasado al menos en una década, cuando escuchas un sonido de succión tras un recodo…

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