jueves, 12 de enero de 2012


2.2 Un cuchillo, tus ropas y tu inteligencia: eso es todo lo que tienes para sobrevivir en el bosque, en el extremo más apartado del valle. Poco para procurarse comida en la naturaleza, pero puede que tengas tiempo siquiera para morirte de hambre. Tus parientes te han dejado un tiempo para correr y escapar, pero quizás en poco vengan a por ti con ánimo de venganza en uno o dos días. Tu tío Borin es un gran rastreador, y se dice que nunca se le ha escapado una presa, ya tenga esta cuatro patas o dos…
Por otra parte, en el bosque merodean animales salvajes. El último troll, dicen, fue cazado hace años, pero aún quedan lobos en el bosque y osos que hibernan en las cuevas sobre el valle. En las montañas viven también gatos salvajes, leopardos de las nieves e incluso, aunque nunca se ha visto en Borsburg, tigres montañeses. Alguna vez el cielo lo surcan grifos en busca de presas: es uno de los principales motivos por los que perdéis ganado. Sí, las bestias también pueden cazarte.
Y si no son tus parientes o los animales salvajes, serán los grobi, que merodean por entre las rocas y los pinos. Nunca has visto uno vivo de cerca, pero sabes de su fama de crueldad y del odio que profesan a los enanos. Se dice que los devoran vivos o que los atan a postes para torturarlos lentamente. Ninguna de las perspectivas es muy halagüeña.
Pasa el tiempo, la noche desciende y la temperatura con ella. Sin atreverte a encender una hoguera, tiritas acurrucado en un rincón cuando escuchas un chasquido a tu derecha, otro a tu izquierda. Afinando el oído,

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